ENTREVISTA

Esta mañana, la asambleísta Marcela Holguín, en el medio digital Radio La Calle analizó las nuevas reformas a la Ley de Comunicación. Su principal preocupación -por ahora- es que se vuelva a imponer una reforma al apuro y sin la participación de todos los sectores involucrados.  Advirtió que existe un claro riesgo de eliminar derechos de los trabajadores de la comunicación, retroceder en acciones afirmativas para los medios comunitarios y reducir el proceso de asignación de frecuencias a un tema meramente técnico que no tome en cuenta la propuesta comunicacional para todos los ecuatorianos. La Asamblea debe construir leyes para y con la gente. Las reformas a la Ley de Comunicación no pueden ser la excepción, señaló.

 “Es una Ley regresiva en derechos. Es responsabilidad de la Asamblea y de los legisladores no permitir que se desarrolle al apuro”, enfatizó. Para que la reforma a la Ley de Comunicación cumpla con los procesos democráticos es indispensable que sea participativa. Por lo que, a criterio de Marcela Holguín, se debe recibir a todos los actores de la sociedad civil, medios de comunicación tradicionales, medios comunitarios, públicos, academia y demás involucrados en un debate que -tras la imposición de una reforma inútil durante el anterior gobierno- debe ser pluralista. Por esta razón, para Marcela es necesario exigir que todas las voces sean escuchadas. La Asambleísta  por Pichincha enfatizó que en el período pasado ya se realizó una reforma excluyente, improvisada y muy rápida que -como era de esperar- no solucionó ningún problema.

¿Ahora se pretende hacer lo mismo?

Durante su entrevista en Radio La Calle, Marcela hizo un llamado a todos los involucrados en este debate para que actúen y sean parte de estas reformas de Ley. “Es momento que exijan ser escuchados por las mesas de trabajo de la Comisión de Relaciones Internacionales. Es momento que envíen sus proyectos de Ley para que sus propuestas también sean debatidas”, señaló.

Las reformas a la Ley de Comunicación no pueden volver a ser tratadas al apuro; no pueden volver a reescribirse con acuerdos bajo la mesa de último momento; y, no pueden volver a imponerse sin la participación de todos los sectores. Lastimosamente así lo hizo el gobierno de Moreno y no puede volver a pasar.